La selva azul

Al ver al pez, el maquinista supo que había un lugar donde nunca había estado.

lunes, enero 25, 2010

tete

intento encontrar el dibujo, la fotografía, la palabra, el gruñido, la cuchillada para expresar esa ausencia, y no la encuentro, sólo la lágrima que se queda al borde, la rabia ya tan agotada, el dolor que es infinito, eterno como el diamante, que llena de cortes mi piel feliz

-ocho años- un anillo más en la madera de mi cuerpo, para cuando arda con el bosque
 
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